Solitario, a kilómetros de cualquier indicio de vegetación donde el agua es sólo un espejismo, en mitad del desierto crece "El Árbol de la Vida". Este Algarrobo de culto (nada que ver con Curro Jiménez) se encuentra en el punto más alto de Bahréin y sus 400 años de "milagrosa" existencia lo han convertido en leyenda. La fuente que lo abastece de agua es un verdadero misterio, los científicos piensan que sus profundas raíces deben extenderse a kilometros de distancia. La gente del lugar dice que "Sharajat-al-Hayat" (su nombre en Árabe) se alza donde ancestralmente estuvo "el Jardin del Edén", los Beduinos creen que el árbol fue bendecido por "Enki", el mítico Dios del Agua.
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