Muchas y diversas son las teorías sobre el simbolismo de esta imágen que René Magritte realizó en cierto modo como autorretrato en el año 1964, y que se nos hizo "familiar" gracias al "Secreto de Thomas Crown (1999)". Se dice que la manzana sería "la tentación", y el personaje, según el título del óleo, "el hijo de Adán". Bajo este enfoque "creacionista", la obra representaría al hombre enfrentado a las tentaciones del mundo moderno. Pero su autor siempre negó que su lienzo tuviera este significado, lo único cierto y verdad es lo que el propio pintor surrealista belga declaró:
"Todo lo que estamos viendo esconde otra cosa, nosotros siempre queremos ver lo que está escondido por lo que vemos, pero es imposible. Los humanos esconden sus secretos demasiado bien..."
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